POLVOS MÁGICOS
Nunca antes había sentido esta sensación. ¿Sabéis cuando estáis en un sitio con una persona y de repente sientes un mar en calma con fuegos artificiales de fondo dentro tuya? Digamos que así me había sentido. Era como estar en tu casa y sentirte más en casa que nunca, pero no por ser tu casa, sino por estar con la persona correcta que te hacía sentir como en casa. Creo que siempre ha primado en la mayoria de las situaciones que vivo el miedo. Miedo al fracaso, a la decepción, a la tristeza. Miedo a un final inesperado. Pero esta vez las tornas cambiaron. Desde el primer momento que llegó allí ya sentía buenas vibraciones, buenas sensaciones. Y así fue, fueron pasando los días, pasando las horas, pasando los minutos, pasando los segundos, y cada vez confirmaba más aún que aquello era real. Confirmaba que era cuestión de calidad y no de cantidad. Estar con él, allí, era como tocar polvo mágico de hadas. Creedme que no estoy loca si digo que durante esos días sentí mariposas por todo