APRENDIZAJES

 Y es que el pasado nunca tendría que ver con lo que somos, o tal vez esa sea la clave para ser quienes hoy en día mostramos ser. 

Vivimos cosas que nos dejan una marca muy profunda. Tanto que la tenemos y no nos damos cuenta de ella hasta que nos la vuelven a tocar. 

Y no somos capaces de darnos cuenta de lo duro que ha sido el golpe hasta que lo pasamos e intentan curárnoslo. 

Y duele, duele mucho más de lo que nunca antes hubiéramos imaginado. 

¿Porqué somos capaces de aguantar aquello que nunca nos hace bien pero que por amor aguantamos?

¿Porqué cuando estás en el ojo del huracán nunca te das cuenta de la potencia con la que nos absorberá?

Cuando al fin te absorbe ya no entiendes nada, y es cuando te come la cabeza el hecho de no saber qué te pasa, por qué motivo te falta algo teniéndolo todo.  

Y es cuando empiezas a alejarte de ti, y no te encuentras, no hay manera ninguna de encontrarte. Te quieres querer y lo único que haces es odiarte por ser pedacitos. 

Y cuando todo ha pasado, te sientes liberada, pero solo te quedan las heridas que duelen, y no sólo por lo que fueron, sino por lo que son en el ahora. 

Entonces nos toca aprender que el ayer estaba hecho de una pasta que nada tiene que ver con la de hoy. Que nada será igual. Que el miedo sólo crea más miedo y que ser una misma siempre será la medalla más grande que te podrás llevar en la vida. Expresar lo que sientes, tal y cómo lo sientes; tal y cómo lo vives. 

Y volver a empezar de cero, pero con tu propia esencia, construyendo esos trocitos que se quedaron por el camino algún día y fueron imposibles de reconstruir con tanto peso en una mochila de luchas internas, corazas falsas y sentimientos partidos. 

Volver a aprender, volver a sentir de una manera mejor, volver a creer en aquello que siempre quisiste y ver que sí que existe y que sí lo merecías. Volver a demostrarte que alguien más podía convertir en arte aquellas piezas de masa que quedaron por tierra destrozadas. Que alguien podía ser capaz de ser tu empujón de todas las mañanas al despertar, tu sonrisa más esperanzadora y tu garrote y alzador en los momentos más difíciles. Que alguien podría recomponerte con sólo una sonrisa todo aquello que nunca había sido posible en un escenario propio. 

Aprender y ser aprendido, esa es la clave para volver a vivir. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

AMOR A PRIMERA SONRISA

INCOMPRENSIÓN A LO PERFECTO

POLVOS MÁGICOS