NUBE DE PENSAMIENTOS

 Y ya hace casi dos años que perdí a mi abuela; dos que te perdí a ti. He vuelto a mirar aquellos vídeos que recopilaban tantos momentos juntas, y ni uno me quitaba la sonrisa de encima. En todos he visto lo que éramos; felices, risueñas, apasionadas, atrevidas, ilusionadas.  Y qué perdidas más grandes. Y qué pérdidas más vivas. Hace casi dos años, os perdí, y no hay días que no os heche de menos. Al menos a una siempre la tendré en el corazón, y a la otra siempre la tendré en mi mente. Porque te fuiste pero no para siempre, sino para un "rato en la vida".  Ahora que me paso las tardes mirando nuestras fotos, nuestras mayores tonterías, que daban vida, siento que fue algo precioso, que tuvo que pasar y pasó. Pero no, querida. No te olvidas nunca de quién ha significado tanto para tí. De tu hermana de sangre dia y noche. De tu apoyo incondicional y de tu mano derecha e izquierda en todo momento. Nunca te olvidas, no.  Ahora, sólo queda agradecer cada momento que vivimos juntas

 Y fue entonces, aquella tarde, cuando leí en Twitter "Haz lo que sientas, no estamos aquí para siempre". Esa tarde, todo se empezó a remover en mi cabeza. Sabía perfectamente que no ibas a dar el paso nunca. Sabía que el miedo te removía por dentro, la añoranza te devoraba y la tristeza la guardabas en lo más profundo de tu corazón.  Fue la noche de nuestra graduación, ¿te acuerdas? Después de haber pasado un año y medio, te vi de lejos y no dudé ni un instante en saludarte. Sí, me contaron que tenías pavor al verme, pero aún así me diste dos besos y me dijiste "qué guapa estás". Charlamos de tonterías en el momento, pero después la cosa no quedó en nada.  Y qué pena, que la vida nos separe. Pero más pena aún que tu dejaras que la vida pudiera hacerlo por ti.