NUBE DE PENSAMIENTOS

Y, dime, ¿cómo es que sientes eso? ¿No será que sientes soledad? ¿No será que sientes miedo? ¿No será que estas perdida? ¿No será que necesitas sentirte llena aunque eso signifique que estás hundida?  Una madre conoce a su hijo desde que lo parió, como una mariposa a su capullo o una rosa a sus espinas.  ¿Quién dijo que no te conocería? Ese miedo dice mucho de ti, pues nadie quiere dormir con peluche que le hace sufrir. A una flor se le pueden caer sus preciosos pétalos, pero nunca se desprenderá de su corazón.  La esencia siempre permanecerá, y como un niño pronto resucitará. Pues quién no lo cree, pronto lo creerá, ya que sus alas echarán a volar pero su corazón siempre permanecerá.

Mil mariposas se retuercen bajo mi ombligo cada noche.  Revolotean sobre mi espalda, acarician mis piernas y balancean mis brazos: es como sentirse en las nubes. Amor le llaman algunos. Enamoramiento, otros. Yo le llamo felicidad en estado puro.  El sentimiento de querer comerse la vida junto a esa persona y después quererlo todo con él, que no es así mejor no ser.  La calma de sentirse en reposo. ¿Irónico, verdad? Ironía es estar con él, señoras y señores. Es sentirse como en casa; es sentirse en paz. Es como tararear una canción y que nada te duela. Y bailarla tan lentamente que disfrutes cada paso.  Esa compañía que quieres tener de por vida, porque beneficia tu ser y realza tus días de alegría.  Querido/a que esté leyendo esto: nunca neguéis el amor antes de haberlo vivido, pues vale más la espera que la desesperanza de nunca encontrar un corazón sin igual.